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jueves, 17 de noviembre de 2011

DIFICULTADES DE APRENDIZA EN NIÑOS PREMATUROS

Un estudio destaca las dificultades de aprendizaje de los niños extremadamente prematuros

[Fecha: 2009-04-01]

Ilustración del artículo

Los niños extremadamente prematuros (nacidos antes de la vigésimo sexta semana de gestación) afrontan una elevado riesgo de desarrollar dificultades de aprendizaje a la edad de once años, según una investigación británica publicada en un número especial sobre fetos y neonatos de la revista Archives of Disease in Childhood. Este descubrimiento es el resultado del estudio EPICure, que comenzó en 1995 y que incluyó un seguimiento para constatar tanto la supervivencia como el estado de salud de todos los recién nacidos antes de la vigésimo sexta semana de gestación en el Reino Unido e Irlanda.

Normalmente el embarazo dura 40 semanas. Gracias a los últimos avances médicos, cada vez sobreviven más bebés que nacen antes de completar este ciclo. Incluso en el caso de los nacidos tras 26 semanas de gestación, el índice de supervivencia supera actualmente el 80 %. Por debajo de este punto, el índice de supervivencia se reduce bruscamente: de los que nacen tras 25 semanas de gestación, el 63 % sobrevive y es dado de alta en el hospital, una cifra que se reduce al 41 % en el caso de los que nacen tras 24 semanas y que desciende a sólo el 18 % para los nacidos tras 23 semanas.

En 1995, cuando se puso en marcha el estudio EPICure, sobrevivieron 307 bebés extremadamente prematuros. Se evaluó el progreso de estos niños cuando cumplieron dos años y medio y seis años. Estos estudios revelaron que casi la mitad presentaban discapacidades graves que afectaban a su vida diaria.

En este último estudio, los investigadores examinaron a los niños a la edad de 11 años y compararon su evolución con la de los compañeros de clase nacidos tras una gestación completa. Los niños fueron sometidos a pruebas para investigar sus aptitudes cognitivas y su rendimiento académico. Además, se pidió a los profesores que evaluaran el rendimiento de cada niño en siete asignaturas clave (lengua, matemáticas, ciencias, tecnología, geografía, informática e historia).

Los profesores también informaron de qué niños se consideraba que tenían necesidades educativas especiales (NEE). Se entiende por niños con NEE los que tienen discapacidades o problemas de aprendizaje por las que les resulta más difícil aprender que al resto de niños de su edad. A estos niños se les ofrece una amplia gama de servicios, como psicología educativa y apoyo personalizado.

Los resultados destacan los retos constantes a los que se enfrentan los nacidos extremadamente prematuros. Comparados con sus compañeros de clase nacidos a término, los niños del estudio EPICure tenían que esforzarse en todas las asignaturas estudiadas, especialmente las matemáticas.

«Hemos observado que el 44 % de los niños tenían una gran dificultad en asignaturas comunes como la lectura y las matemáticas, y el 50 % mostraban un rendimiento inferior a la media esperada para su edad», resumió el profesor Dieter Wolke de la Warwick Medical School (Reino Unido). «Los niños extremadamente prematuros tienen un riesgo trece veces superior de padecer en un futuro necesidades educativas especiales que requieran apoyo educativo adicional».

Los niños prematuros parecían tener dificultades en particular con las matemáticas. Los estudios de imágenes cerebrales han mostrado que el volumen, el tamaño y la complejidad corticales de estos niños son menores. «Las deficiencias específicas en las habilidades matemáticas pueden deberse a una discapacidad más concreta que afecte a regiones concretas del cerebro», escriben los investigadores. «Estas habilidades están relacionadas con la memoria de trabajo, la función ejecutiva, el control de la atención y las habilidades perceptuales y visuoespaciales, que también se encuentran dañadas de modo selectivo en las poblaciones nacidas prematuramente.»

Los investigadores prestaron atención especial al reducido grupo de niños cuyo nacimiento prematuro había provocado que empezaran la escuela un año antes de lo que lo habrían hecho en caso de que su gestación hubiera completado las 40 semanas. Observaron que, aunque el rendimiento de estos niños era similar al de los demás niños nacidos prematuramente, era más probable que este grupo presentara necesidades educativas especiales.

«Nuestros resultados sugieren que retrasar la escolarización puede ser beneficioso para los niños que empezarían a ir al colegio un año antes como consecuencia de su nacimiento extremadamente prematuro», afirmó la Dra. Samantha Johnson de la Universidad de Nottingham (Reino Unido).

«Los problemas que hemos identificado a la edad de once años y que repercuten en la escolarización aumentarán probablemente con el tiempo», comentó el profesor Wolke. «Las dificultades actuales pueden ocasionar más problemas cuando el niño llegue a la educación secundaria y deba emprender actividades académicas más complejas.»

Los cuidados que reciben los bebés extremadamente prematuros han mejorado considerablemente desde que el proyecto EPICure iniciará su andadura en 1995. Para ver si estos cambios han repercutido en la supervivencia y en la salud a largo plazo, en 2006 se puso en marcha un segundo estudio, EPICure-2. Al igual que los niños de EPICure-1, la evolución de los niños de EPICure-2 se comprobará cuando tengan dos años y medio para ver si sus perspectivas difieren de las del grupo de 1995.

«Dado que los índices de supervivencia de los bebés extremadamente prematuros siguen aumentando, estudios como éste son cruciales para la planificación educativa y para ayudar a desarrollar programas que encuentren soluciones para estos niños», afirmó la Dra. Johnson.

1 comentario:

  1. me ha gustado mucho el artículo seleccionado Rosario, es muy interesante el estudio y las conclusiones a las que llega. Respecto a ello ¿qué opináis al respecto? ¿Pensáis que una solución sería efectivamente que los niños prematuros iniciaran la etapa escolar un año más tarde?

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